Principios del banco de potencia de tipo frenado (equipado con freno de corrientes parásitas y célula de carga)

En los bancos Bapro el punto de toma de la potencia y del par es el cigüeñal, la medición se efectúa con el automóvil completo y en condiciones de funcionamiento normales.

Con el ensayo en el banco de tipo frenado (controlado), gracias al freno de corrientes parásitas se logra una medición más precisa y representativa de las posibilidades reales del vehículo sometido a prueba; se trata de un test más exacto que el que ofrecen bancos de vieja generación tales como los denominados ‘inerciales’.
Los bancos de potencia dinamométricos se distinguen en primer lugar por la posibilidad de establecer el “tiempo de rampa” (que no suele ser en ningún caso inferior a quince segundos), o bien de llevar a cabo la prueba “por puntos” a lo largo de un determinado intervalo de número de revoluciones/tiempo, de manera que se obtengan resultados sumamente fiables, adecuándose a cada tipo de par motor o potencia.

En general, estas mediciones han de tomar en consideración la dispersión de la energía transmitida para así determinar la potencia real del cigüeñal. Se produce dispersión de energía en distintas partes y por diferentes motivos: se da en las superficies de contacto del motor (cojinetes metálicos o bujes) que posibilitan su rotación, en el sistema de cambio (ya sea de variación continua, ya sea automático), puede deberse al aceite de la transmisión (si lo hay), y se genera en la transmisión final, así como en los neumáticos.

El concepto fundamental para el correcto funcionamiento (y la garantía de precisión en las mediciones) del banco de potencia de corrientes parásitas reside en tener bajo control varios factores, de manera que el ensayo se realice contando con:

  • la menor masa inercial total posible (que permita determinar con mayor exactitud la potencia del cigüeñal);
  • la inexistencia de vibraciones (que pueden desvirtuar las lecturas e interferir en la comunicación entre el banco y las señales de salida);
  • el máximo agarre de la rueda o bien del rodillo (patinamientos y micropatinamientos ocasionarían lecturas erróneas de la potencia del vehículo);
  • la inexistencia de resistencias incontroladas (que podrían incidir en la masa inercial total, desvirtuando los datos).

Los principios que guían la labor de Bapro son la observación de los requisitos que se acaban de referir, el desarrollo integral de los productos y su optimización, el uso exclusivo de componentes de alta calidad, la aplicación de especificaciones de la máxima exigencia y el esmero en los detalles.

Las varias relaciones de colaboración que venimos llevando adelante durante décadas con grandes empresas del sector de la automoción (como, por ejemplo, Magneti Marelli, Ducati y Maserati), operando dentro de sus departamentos de investigación y desarrollo, nos han permitido crecer en competencias específicas, cuyo resultado hoy día son la calidad y la fiabilidad de nuestros productos, actualizados constantemente para satisfacer las exigencias de un mercado que va evolucionando cada vez más rápidamente.